Las tres A de la Depresión:

– Anhedonia

– Abulia

– Astenia

En el imaginario popular una persona con depresión suele ser pensada como alguien que llora constantemente, intenta quitarse la vida o no puede levantarse de la cama de su habitación ensombrecida.

La depresión tiene matices y tiene gradientes. Y puede presentar muchos otros síntomas que suelen pasar inadvertidos.

Algunas personas sufren depresión y despistan a los cercanos ya que siguen “funcionando” como de costumbre. Cumplen con sus tareas y actividades pero cuando indagamos en profundidad lo realizan mecánicamente, sin experimentar placer alguno o conexión de sentido con ellas. Ésto se conoce como Anhedonia. La falta de placer en actividades que antes se disfrutaban. Tiene algo de responsable robotización. Lo cotidiano sigue funcionando, pero vacío.

La Abulia remite a la falta de voluntad o de iniciativa. Informalmente es “no tener ganas”. Tal vez por esto no llame la atención, sin embargo uno puede percibir que tiene que ver con la falta de motivación, de estímulos. Un mundo que se achica en términos de conectarse con él. Desinterés.

La Astenia se siente en el cuerpo, como falta de energía vital, cansancio. La persona se siente física y mentalmente cansada (sin tener causas externas para estarlo, claro). Sería como la “depresión del cuerpo”- aunque el individuo no es divisible y funciona como un todo. La astenia está ligada a la falta de corriente vital por el cuerpo, como cuando uno está convaleciente luego de haber sufrido alguna enfermedad.

Tener en cuenta las formas en que la depresión puede desarrollarse es ganar en capacidad de reacción, evitar normalizar actitudes que sólo pueden agravarse si la persona no es tratada.

Lic. Paula Mayorga.