Estimular la capacidad creadora

Motivar a los chicos para crear es la mejor preparación que pueden tener para la vida.

Sin importar la edad y los conocimientos que se posean, siem­pre se puede trabajar creativamente partiendo desde lo que se es y se tiene, avanzando al horizonte de lo nuevo y desconocido.

Allí el niño encuentra la capacidad de descubrir y buscar respuestas por sí mismo, en lugar de contestaciones de otros. Es en la creación donde se descubre, en su personalidad, capacidades y modos. El niño se pregunta y resuelve la forma de hacer, que es única y personal. Y en este cuestionamiento va más allá de los límites conocidos e impuestos.

“Crear es expresar lo que uno tiene de uno mismo”

El arte es una experiencia integradora de la persona, donde lo importante es la totalidad del proceso, del disfrute, de los pasos creadores y no los resultados. Es un espacio sanador, libre de prejuicios, lugar para la fantasía que se renueva y espacio para animarse a ser uno mismo.

Este espacio da la posibilidad al niño de encontrarse a sí mismo a través de la experimentación, con sus gustos, colores, tiempos, formas y texturas.

A través de la expresión artística se fomenta y desarrolla la libertad del niño frente al espacio “en blanco”, a lo desconocido, de ser él mismo frente a la posibilidad que se le presenta y de hacer su propio proceso. De esta manera desarrolla la creatividad, la confianza en sí mismo, y la posibilidad de ver las dificultades no como “resultados” sino como parte del camino. Crece en auto-conocimiento y aceptación propia. El arte facilita los procesos de cambio, transformación o superación.

La producción artística como un camino que va desde el yo, hacia los otros y el entorno

El arte no es copiar lo que se ve, sino una expresión de lo que el entorno le produce. Las emociones aparecen como medios para comunicarse con el mundo externo y como herramientas para construir. Busca sacar para afuera la fortaleza y la sanidad innata que cada niño tiene. El niño empieza a crecer en libertad de expresión, y de comunicación de lo que es y siente.

Los sentidos: base del aprendizaje y medio para conocer el ambiente que nos rodea

Al conectarse con sus sentidos y usarlos en conjunto, los niños refuerzan sus capacidades más básicas, la relación con su propio cuerpo y el auto-reconocimiento. Su interacción con el ambiente se vuelve más natural y es más fácil para ellos salir de sí mismos, investigar y experimentar el mundo que lo rodea, ir hacia el encuentro y relacionarse con los demás.

Al ser un lugar de libre expresión, los niños se conectan con sus gustos y talentos, y la posibilidad de disfrutarlos, que muchas veces en otras áreas de su vida no se dejan ver fácilmente.

El objetivo de la enseñanza artística no es formar “artistas plásticos”, sino personas.

Catalina Sojo y  Clara Simond
Coordinadoras de Taller de Arte para Chicos